"España se convertirá en la nueva Alemania de Europa". Con este interesado titular, entre otros, Rajoy decreta el final de la crisis y de nuevo hace el ridículo, entre las risas de sus señorías, en el último debate del estado de la nación. Con dicho titular, el PPájaro bobo se hace eco de las afirmaciones que hace un año llegaron desde Morgan Stanley, una de esas empresas que juegan con nosotros en la macroeconomía, pero que no detectaron lo que se nos venía encima. ¿O sí...? En cualquier caso, sin ninguna credibilidad. A pesar del triunfalismo de Rajoy, su EsPPaña está muy lejos de ser Alemania, ya que son muchas las cosas que nos diferencian, por desgracia, del país teutón.
Empezando por la corrupción. En Alemania, cualquier político, solo por plagiar una tesis o aceptar regalos comprometedores, dimite antes de que el canciller de turno los dimita. Mientras, en la EsPPaña de las gaviotas, la delincuencia institucionalizada alrededor del PP queda exonerada por el poder establecido.
Mientras aquí el gobierno legitima a bancos o eléctricas para desahuciar o cortar el suministro a familias sin ingresos para asegurar su futuro en consejos de administración una vez fuera de la política, en Alemania, el alquiler, la calefacción o la electricidad de los parados de larga duración, corren por cuenta del estado. Incluso, se dota a los menores a cargo de esas familias de tarjetas de ocio para que asistan al cine, teatro o librerías, asegurando además su manutención.
En Alemania, las madres dejan de trabajar seis semanas antes del parto y también las ocho siguientes con el 100% del salario. A partir de ahí, la baja por maternidad puede durar un año con el 67% del salario y si la madre no ha trabajado nunca, recibe 300 euros al mes. A esto hay que sumar los 184 € por niño al mes que reciben las familias. Esto es favorecer la maternidad y no la Ley Fachardón, que cercena los derechos en función de rancias ideologías.
Mientras que los PPajarracos españoles desmantelan la educación pública y expulsan a los universitarios con tasas disparatadas, en Alemania se garantiza esa educación pública de mucha más calidad que la española y la universidad ya es gratuita en todo el estado, con importantes ayudas para libros, transporte y alojamiento a los estudiantes..
Mientras que nuestro gobierno se llena la boca con "las ayudas" a emprendedores que acaban siendo ayudas envenenadas, en Alemania y con mucha menos PProPPaganda, los gobiernos sí que apoyan a sus emprendedores. Hay becas por valor de 2000 € al mes destinadas a financiar los primeros pasos de las jóvenes empresas dirigidas por recién graduados. Además, el estado alemán, a través de universidades y otras instituciones, pone a disposición de los emprendedores espacios y oficinas para reducir los costes de la inversión inicial y un completo entramado para asesorar a estos nuevos empresarios.
Como veréis, Alemania nos queda a años luz y a pesar de los titulares, metáforas y anuncios de tarifas planas con los que Rajoy nos quiere confundir...¡que no os engañe! Hoy por hoy, lo único plano es su encefalograma.
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