domingo, 21 de septiembre de 2014

Cornudo y aPPaleao

     No se es menos mujer por no ser madre, ni se es más inteligente por ser ministro.  Patricia Hernández.

     Con esta frase interpelaba en su día la diputada socialista Patricia Hernández a un envalentonado Gallardón, que defendía en el congreso el incipiente proyecto de la retrógrada Ley contra el aborto que el Gobierno de los PPajarracos pretendía implantar en nuestro país. Dos años y medio después, el mismo Gallardón se plantea dimitir tras quedar a los pies de los caballos por la traición de sus compañeros de gobierno y de los diputados de su grupo de gaviotas. La Ley se ha demorado mucho y las encuestas internas del Partido Patraña indican que tal restricción del derecho al aborto restaría aún más votos a un PP en horas bajas. Con el aborto de la Ley contra el aborto, Rajoy traiciona a su entusiasta ministro de justicia dejándolo a merced de la oposición, que lo ningunea por haber sido desautorizado y de los gruPPos "Pro-vida" que hoy mismo han marchado por Madrid acusando a Rajoy y a su ministro de cobardes, a la par que amenazan con retirar el voto al PP en su afán por imponernos su moral ultra católica.
 
 
 
     La ley que pretendía el gobierno no gustaba a casi nadie. Provocaba un rechazo masivo tanto en la oposición como dentro de la propia secta de la gaviota, dado que el aborto es algo transversal y aunque a nadie le gusta abortar, tod@s nos podemos ver alguna vez en la tesitura de tener que hacerlo. El proyecto pepero pretendía una vez más sobrepasar la línea de lo privado para restringir derechos, sometiendo a las mujeres que solicitaran abortar a un extenuante marcaje, aún cumpliendo con los requisitos de uno de los supuestos. Se calcula que sólo un 15% de la población española estaría de acuerdo con la Ley que ahora el gobierno esconde en un cajón para arañar votos por el centro, algo que sin duda ha pesado mucho y que lleva una vez más a Rajoy a traicionarse a sí mismo.
 
     A pesar del aplazamiento en los planes de los pajarracos, no debemos cantar victoria. Basta recordar que el PP de la oposición a Zapatero lo recurrió todo al Constitucional, incluida la socialista Ley de plazos para la interrupción del embarazo, recurso que todavía no ha sido resuelto por el alto tribunal. Esta podría ser la nueva estrategia de nuestro "PPeculiar PPresi". Una vela a Dios y otra al Diablo. Retirar la Ley para que otros le hagan el trabajo sucio y teniendo en cuenta que el Constitucional lo preside un pepero con carnet y el ponente del recurso será Andrés Ollero, numerario del Opus Dei y ex-diputado del PP, la actual Ley de plazos peligra.
    
     Con todo esto, el que más pierde es Gallardón. Perdió su disfraz de PProgre y ahora se enfrenta al desdén de los que un día pensamos que estaba en otra onda y al desprecio y los palos de aquellos que veían en él la esperanza para recuperar el nacional catolicismo de los años 60. Eso sí, las maniobras de Rajoy para salvar votos han hecho que, por una vez, esté de acuerdo en algo con Benigno Blanco, Gádor Joya y Rouco Varela: los principios de Rajoy y el PP se venden por un puñado de votos.

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