Hace unos años, cuando Zapatero invitó a los catalanes a elaborar un nuevo Estatut, Rajoy y los suyos, incapaces de combatir con propuestas el tirón del Presidente socialista, decidieron atacar con una de sus tristes y lamentables campañas: "Zapatero rompe España". A partir de aquí, manifestaciones, mítines e incluso se contrataron cuñas de radio contra el catalanismo, además de patrocinar campañas de boicot a productos catalanes. La guinda a todo esto fue un recurso de inconstitucionalidad contra el estatut por una mera cuestión semántica. El texto hablaba de nación en vez de nacionalidad y ya sabemos lo obtusos que son en el PP con las palabras. Tanta irresponsabilidad de Rajoy y sus lameculos del partido, unido al órdago soberanista de un incapaz e inoperante gobierno catalán, han provocado que el sentimiento independentista en Cataluña haya crecido como la espuma, metiendo al Presidente Mas en un callejón con muy pocas salidas y creando al Presidente Rajoy seguramente el mayor problema político que ha tenido este país en el periodo democrático.
Los problemas que en su día ZP, a pesar de las zancadillas del PP y Rajoy, pudo sortear con dialogo y buena voluntad, han vuelto como un boomerang con la ayuda de los rancios magistrados del constitucional y lo peor es que nuestro PPresi, con su estilo perezoso y su costumbre de dejar pudrir las cosas, no está capacitado para buscar soluciones. Rajoy no le llega ni a la suela del zapato a Zapatero, carece de visión política y lo que es peor, no es capaz de dialogar sin que múltiples asesores le digan lo que tiene que decir. Como un ratón asustado, el líder de las gaviotas, se esconde tras la Ley y sus portavoces y toda su aportación al conflicto el día de La Diada, fue glosar lo maravilloso que es que un catalán pueda llevar el corazón de un andaluz. Igual de estupendo es que un marroquí lleve un riñón de un francés y no por eso se va a construir un puente de Nador a Marsella.
Como si estuviéramos en un bucle, una vez más los ciudadanos nos encontramos en medio de dos gobiernos que no son capaces de avanzar y de dos presidentes que no merecen serlo. A menos de dos meses de la consulta catalana, ambos presidentes siguen tensando la cuerda y sus secundarios fomentan el enfrentamiento, el "o conmigo o contra mí" y los días siguen pasando sin que nadie aporte sentido común al conflicto. Aún, Mas, puede optar por un plan B que pasaría por unas elecciones anticipadas que a buen seguro darían una legitimísima victoria a ERC, independentistas de verdad y no de boquilla como los de CIU. Pero... ¿tiene Rajoy un plan B mas allá de abrazarse a la moribunda constitución? ¿Detendrá a Mas por saltarse la Ley? ¿Entrarán de nuevo los nacionales en Barcelona montados en sus tanques varias décadas después?
Cualquier cosa antes de que nadie entre las gaviotas reconozca errores del pasado para con Cataluña. En el PP siguen siendo de esos de "una, grande..." aunque no seamos libres y francamente, si alguien rompe su EsPPaña, son Rajoy y los suyos.
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