domingo, 23 de noviembre de 2014

Todos contra Podemos

     Así es, todos contra Podemos. Gaviotas, PPajarracos, capullos y ex-capullas con partido propio. Los mismos listos que con un detestable paternalismo instaban a los perroflautas de las acampadas del 15-M a organizarse políticamente para reivindicar sus demandas, son los mismos que, ahora, aterrados por el empuje de aquellos perroflautas organizados alrededor de Podemos, insultan, atacan, ningunean, boicotean y difaman al nuevo partido y a sus dirigentes. Llevan más de 35 años prometiendo un cambio que no llega, pero cuando el cambio de verdad está cerca, lo descalifican movidos por el miedo a perder esos privilegios de los que abusan por el solo hecho de ser políticos, de ser la tan cacareada "casta".
 
 
     Podemos, como partido, se fundó hace escasamente mes y medio. Su dirección fue elegida hace ocho días. En ambos casos, utilizando la red, el proceso ha sido transparente y extraordinariamente democrático. Nada que reprochar. Pero aún así, se les acusó de sectarios al no dejar pasar a la asamblea fundacional a un periodista de ABC. Los acusadores obvian que este periodista en realidad no fue a informar, sino a meter la pata, pues se negó a enseñar su acreditación. Al día siguiente de su proclamación como secretario general, Pablo Iglesias se sometió a una de las incisivas entrevistas de Ana Pastor en El Objetivo. Preguntas y repreguntas sobre algunos aspectos del programa de Podemos, que Iglesias respondió como pudo, dado que el programa aún está sin elaborar. Esta falta de respuestas ha supuesto la perfecta munición para desacreditar a Iglesias y Podemos por periodistas y políticos que exigen más concreción sobre los planes de Podemos si ganan las elecciones. Algo que choca con la laxitud en las exigencias a los partidos tradicionales, cuyos programas en general tampoco existen, ya que no dejan de ser una serie de vaguedades que si nos atenemos a los resultados, luego no se cumplen.
 
     La guinda a este pastel ha llegado con la supuesta poca ejemplaridad del número dos de Podemos, Íñigo Errejón. Según publicó el devaluado nuevo El Mundo de Casimiro Gª Abadillo, Errejón, que desde marzo cobraba por un contrato de la Universidad de Málaga 1825 € al mes, habría cobrado de Podemos como jefe de campaña en las europeas. Se le acusa de no ir por la universidad y no cumplir con el contrato que parece ser era incompatible con otra actividad. Errejón se defiende argumentando que tenía permiso para trabajar desde Madrid y que hace varias semanas pidió la baja en el proyecto de investigación debido a su compromiso con Podemos. Ambas cosas han sido confirmadas por la universidad malagueña, pero ese odio insano que tienen a los Inda, Marhuenda, Herrera o Rojo, entre otros,  hacia los dirigentes de Podemos, les hace seguir echando mierda sobre Errejón y sus compañeros. Es curioso verles tan escrupulosos con algunos, cuando hace muy poco defendían que Mari CosPPi cobrara tres macrosueldos e incluso alguno de estos amarillistas, excusaban el trasiego de sobres en la sede del PP.
 
     Nunca me gustó demasiado la expresión "casta", pero viendo el comportamiento de políticos, periodistas y medios de comunicación, creo que lo de "casta" se queda corto. Por cierto, dado que tras 36 años desde la Constitución no hemos avanzado nada, yo también votaré a Podemos. Peor no vamos a estar.

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