Menudo nivelazo el ofrecido por este fascista toledano anoche en La Sexta. Este tertuliano de engominado medio PPelo, acusó a Luis Salvador, de Ciudadanos, Alberto Garzón, de IU, Isabel Rodríguez, del PSOE, Rafael Mayoral, de Podemos y al periodista Javier Aroca, de situarse al lado de los asesinos por discrepar de la recientemente aprobada "cadena PPerpetua revisable" que los PPajarracos se han sacado de debajo de su ala derecha. Las palabras de Conde merecen toda nuestra condena, en primer lugar, por ser una nueva instrumentalización del dolor de las víctimas para arañar unos pocos votos. En segundo lugar, porque como demócrata Conde deja mucho que desear, dado su pasado como cachorro en la más que sospechosa Fuerza Nueva.
En efecto, muchos en Toledo recuerdan como un joven y poco demócrata Agustín Conde vendía libros e insignias de Fuerza nueva en tenderetes de la calle del Comercio de la capital manchega, a la vez que enaltecía la figura del caudillo. Conde también es recordado por su afición a las novatadas más sádicas en su etapa de estudiante en el Colegio Mayor Jiménez Cisneros, así como por las agresiones e insultos, presuntos, a los alumnos negros del colegio Nuestra Señora de África (Fuente Los Genoveses).
Con PParlamentarios como Agustín, el Partido Podrido dista mucho de los conservadores europeos, respetuosos con el discrepante y abiertos a los cambios. El drama de nuestro país es que, hoy por hoy, nuestra derecha no pasa de ser un rancio grupo de meaPPilas que en vez de avanzar, idean Leyes que nos hacen retroceder y que el cambio más radical que están dispuestos a llevar a cabo, es la marca del tinte o de la corbata.
Agustín Conde la PPifió en La Sexta Noche con acusaciones mezquinas a sus contertulios. Pero no os equivoquéis, Conde no es una excepción, el PP esta llenito de Agustines.
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