domingo, 8 de marzo de 2015

Fundamentalismo PPeligroso

     Cuando una persona padece delirios se le llama locura. Cuando muchas personas padecen un delirio, se le llama religión. Robert M. Pirsig.

     Hace un par de semanas, cuando la mayoría de la gente estaba pendiente de quién había ganado el debate sobre el Estado de la Nación, los responsables del Ministerio de Educación, una vez más de tapadillo, dieron vía libre a la nueva asignatura de religión que comenzará a impartirse el próximo curso. A priori, lo más escandaloso es como los PPajarracos imponen la religión colocándola al mismo nivel que matemáticas o lengua, dado que la "nueva religión" pasa a ser evaluable. Solo hace falta rascar un poco en los contenidos, algunos de ellos publicados en el mismísimo BOE, para ver que el adoctrinamiento religioso que se impone nos devuelve a esos siglos en los que todo se hacía en nombre de Dios y el santo oficio aplicaba su Ley. Por suerte para nosotros, aún no se ha hablado de quemar a nadie, pero con semejantes ultras al frente de la Conferencia Episcopal y del Gobierno de España yo no descarto nada.
 
 
     Los contenidos de esta nueva violación a la Constitución por parte de la Iglesia, han sido desarrollados con total libertad por la Conferencia Episcopal en base a los acuerdos de 1979 del estado español con el Vaticano. La materia va, desde la inclusión de las oraciones y rezos como en los antiguos catecismos, hasta el "reconocimiento con asombro del origen divino del cosmos", pasando por la omisión de la existencia de otras religiones como el Islam, Budismo o Judaísmo. Y por supuesto, la asignatura, en ningún nivel, incluye ni una sola palabra sobre aborto o eutanasia, ahondando en esa costumbre tan pepera de lo que no se nombra, no existe. Para practicar las oraciones, en primaria se rezará en las clases y en el temario se incluyen afirmaciones como "la incapacidad de la persona para alcanzar por sí misma la felicidad". En secundaria, para impartir semejante bodrio, se restan horas a otras asignaturas como Filosofía y como no, los Obispos, se siguen arrogando la facultad de designar a dedo los profesores de religión. Eso sí, siguen sin poner ni un duro y los sueldos de estos profesores los seguiremos pagando entre todos. ¿Es razonable que en una clase el docente explique la teoría del Big Bang y en la clase siguiente el enchufado del obispado de turno divague sobre la creación divina...? ¿Cómo puede avanzar una sociedad en la que unos reprimidos cuestionan en las aulas el éxito profesional y personal que no pase por su Dios...? Con semejante intrusión del ultra catolicismo en la educación pública, ¿qué nos diferencia de los países que abrazan la Sharia como única vía de desarrollo...?
 
     Está claro que este país necesita un gobierno progresista de verdad, que entre sus primeras medidas de gobierno rompa de una vez ese corsé que para el desarrollo suponen los acuerdos con el Vaticano. Como dice el filósofo Fernando Savater, "un demócrata no debería votar a un partido que se empeñe en mantener el concordato con la Santa Sede". Y desde mi punto de vista esto vale para el PP y, de momento, también para el PSOE.

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