Viendo estos días las estimaciones de voto de algunas encuestas y perplejo por lo que indican los primeros resultados de las elecciones de hoy, no tengo ninguna duda que eso que tantas veces he expresado sobre los italianos cuando votaban a Berlusconi, se puede aplicar a los españoles. Berlusconi era y es un corruptor de jueces, legislador a medida, xenófobo y cercano, muy cercano, a las diferentes familias mafiosas que controlan los más sucios negocios en Italia. Demasiadas similitudes con los dirigentes del PP en nuestro país. La Fiscalía General del Estado al servicio de los poderosos, el Supremo utilizado para emitir sentencias favorables al gobierno, los medios públicos secuestrados en pro de los intereses de los PPajarracos y demasiados fraudes de todo tipo alrededor de las gaviotas. A todo esto hay que sumar la falta de garantías democráticas que con el Partido Podrido tenemos en las citas electorales. Manipulación de votos por correo, imposibilidad de votar para los exiliados económicos o los autobuses que el PP ha fletado a lo largo del día de hoy para llevar a los ancianos de las residencias a votar. Como curiosidad deciros que en Ciudad Real, las autoridades se han follado el domingo de Pentecostés, con la aquiescencia de la Iglesia y han pospuesto una semana la Romería de Alarcos para evitar que sus votantes tengan la tentación de sustituir la urna por la fiesta. Auténtico caciquismo que representa una España muy negra.
Con todo lo anterior y en cualquier país verdaderamente civilizado, los actuales dirigentes del PP perderían las elecciones y pasarían por prisión una larga temporada. En España, parece que todavía eso es una quimera dado el apoyo electoral recibido por los PPajarracos. Varios millones de votantes, en un acto de auténtica traición a lo que ellos llaman "la patria", siguen otorgando su confianza a líderes más que sospechosos de llevar años delinquiendo contra las arcas del estado y, lo que es peor, contra ese pueblo del que dicen defender sus intereses. Muchos de esos votantes participan en las redes clientelares que desde las instituciones ha ido tejiendo el PP y el resto, la mayoría, son un atajo de ignorantes que viven en la creencia de que si gobierna Doña Mª Dolores o resulta elegida alcaldesa Doña Esperanza, quizás sus hij@s sean favorecidos con algún contratillo de limpiad@r, medianamente pagado, que les permitan comer todos los días y una vez al mes tomar unas cañas en el bar del barrio. Votantes tristes que solo aspiran a una vida triste.
Dadas las trampas que los PPajarracos hacen con los electores y con las elecciones, me creo con el derecho de exigir a todos aquellos partidos más o menos progresistas ACUERDOS para combatir el voto de los traidores y desalojar del poder a todos los candidatos del PP, por mucho que hayan sido la lista más votada. Es legítimo aunar fuerzas para que, de una vez, en este país se produzca el ansiado cambio, dado que la mayoría de los sufragios han sido otorgados a otros que no son el PP. No se puede seguir gobernados por personas que, aún siendo la lista más votada, solo han obtenido un 30% de los votos, pues la mayoría está en el resto. Cualquier ciudadano que no quiera ser robado, toma todas las medidas de protección en su casa para evitarlo. Pues bien, como la mayoría no queremos que nos roben, nuestra medida de protección han de ser los pactos post electorales. De paso y de cara a las elecciones generales, no estaría de más que pidiéramos la intervención de observadores internacionales para contrarrestar la falta de garantías que ofrece nuestro gobierno.
Por último felicitar a los madrileños, dado que la próxima alcaldesa será la entrañable Manuela Carmena y lamentar como en la Comunidad Valenciana miles de ciudadanos se sienten a gusto con delincuentes en sus instituciones.
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