domingo, 25 de enero de 2015

PPodemizados

     Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable - Voltaire

     Ha pasado casi un año desde que en la última convención del PP, una radicalizada Mª CosPPi nos planteara una disyuntiva: "El PP o la nada". Pues bien, este año en la reunión anual de la secta, los PPajarracos, conscientes de que una gran mayoría de ciudadanos nos decantamos por "la nada", han decidido copiar todos y cada uno de los movimientos de esos representantes de "la nada". Que los de Podemos llenan de jovenzuelos las tertulias televisivas, los de la gaviota explotan la imagen de Borja Sémper o Pablo Casado. Que Pablo Iglesias viaja a Grecia pasa apoyar a Syriza, para desgracia de Samaras, Rajoy hace lo propio y se va a apoyar al partido Nueva Democracia.
 
 
     Lo más sorprendente ha llegado este "finde" con la nueva convención del PP. Los fanáticos de la secta se han reunido en Madrid para decirse entre ellos eso que ya nos dicen a todos diariamente y que prácticamente nadie cree. Que si la crisis es historia, que si con su reforma laboral ha vuelto la prosperidad con empleos de calidad, que si la bajada de impuestos va inundar el país de euros... En fin, nuevas mentiras para afrontar su difícil año electoral. Lo novedoso de este cónclave han sido los formatos de los debates. Salvo en el discurso de apertura, en el que los de la gaviota han tirado una vez más del muñeco diabólico para amarrar el voto ultra y el discurso de clausura, con el que un angustiado Rajoy tira de épica entre sospechas de corruPPción, los PPajarracos se han embutido en pantalones vaqueros, han prescindido de las corbatas y se han lanzado a conjurar "la nada". Abominando de Podemos sin nombrarlo, los de la secta han celebrado debates de corte asambleario donde, distribuidos en círculos, abducidos militantes y cargos menores escuchaban al orador de turno. Dada esa curiosa distribución, hemos visto como los ponentes, no sin dificultad, giraban continuamente sobre su eje para dirigirse a todos los asistentes. Hemos llegado a ver al flamante ministro de Sanidad sentado en el suelo al estilo indio, bizqueando por el esfuerzo de seguir el discurso que daba una peonza. A algunos de los disertadores solo les faltaba vestir un tutú, para parecer la típica bailarina de las cajitas de música.
 
     No han entendido nada. Las asambleas no se cocinan, surgen de forma espontanea con el movimiento 15-M y en plazas públicas donde no era necesario ningún tipo de identificación colgada del cuello para asistir. Y por cierto, los asistentes se distribuían en semicírculos, facilitando así que la alocución del orador de turno llegara con nitidez a todos. Seguramente, para los fanáticos peperos asistentes a la convención genovesa, ha resultado muy "cool" sentarse en cajones o en el suelo, tan apiñados como para oler el Chanel Nº5 de CosPPedal o el hedor del sudor de la Barberá, mientras ViceSoraya les colaba eso de que es de la "casta de las madres trabajadoras". PPobrecita.
 
     Con este panorama, que a nadie le extrañe ver como en las próximas semanas, en alguno de los mítines de precamPPaña, Rajoy aparece con extensiones o Floriano nos sorprende con una dilatación en la oreja. Todo sea por salvar a los pobres españoles de esa "nada" que para ellos representa Podemos.

domingo, 18 de enero de 2015

ComPPuestos y sin petróleo

     Decimos una necedad y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola - Voltaire


     Algo parecido le ha pasado a ese clon aznariano que ejerce como Ministro de Industria y Energía y a sus comPPañeros de gobierno. Tanto repitieron que en Canarias había petróleo, que al final creyeron que era cierto. Se enfrentaron al pueblo canario en pro de los intereses de una emPPresa como Repsol. Incluso utilizaron nuestro ejército, el de todos, para defender una vez más los intereses particulares de Brufau y su gente. Llegaron a argumentar que Marruecos había encontrado una gran bolsa del codiciado oro negro junto a las aguas españolas, algo que desmintió el responsable del ramo del Reino Alauí, que sí reconoció indicios de gas y petróleo, pero que desconocían la cantidad y la calidad de dicho depósito. Aún así, los PPajarracos estaban decididos y aceleraron los permisos a Repsol, poniendo en riesgo el auténtico oro canario: el turismo.


     Tres meses después, el cuento de la lechera de Soria se ha desvanecido como se desvaneció su cerebro hace algún tiempo. Él que ya se veía al lado de los jeques fijando el precio del Brent y se va a tener que conformar con mendigar un puesto en el consejo de administración que preside el tal Brufau, Para desgracia del ministro, Repsol ha recogido sus bártulos y ha abandonado las aguas de Lanzarote sin resultados positivos. El petróleo encontrado es poco y malo y el gas, tres cuartos de lo mismo. ¿Y ahora qué? Está claro que para los canarios han supuesto un alivio los malos resultados de las prospecciones. Podrán seguir viviendo del turismo como hasta ahora, aprovechando lo paradisiaco de sus playas y paisajes, difundiendo su cultura o su historia.

     La cruz de esta moneda está en el Gobierno y el PPartido que lo apoya. Han sufrido un duro revés en sus aspiraciones. Está claro que si se hubiera encontrado el preciado petróleo, el gobierno sacaría pecho y nos hartaríamos de oír que el Partido Popular había hecho posible que en el subsuelo de Canarias se encontrase petróleo y mucho ignorante les votaría por ser semidioses. Puestas las cosas en su sitio, veremos a PPajarracos acusar a los canarios y sus autoridades de antiPPatriotas. Alguno con el pico caliente les acusará de filo-etarras y no me extrañaría que lleguemos a ver a Montoro en la tribuna del parlamento acusando a los Bardem de haberse sumergido para empujar la bolsa de petróleo hacia África y así favorecer al Sáhara Occidental.

     Si yo fuera canario, pediría sendas mociones, en el Cabildo de Lanzarote y en el Parlamento canario, para declarar a J. Manuel Soria persona non grata. Pero como no lo soy, me limitaré a contentarme con que el ministro sea abucheado cuando vaya a su tierra,. Además me conformo con no tener que indemnizar a Repsol, como ya ha pasado con la ACS de Florentino PPérez tras el fallido proyecto Castor. 

domingo, 11 de enero de 2015

¡Qué sabrán ellos del miedo!

     A lo único que debemos temer es al miedo como tal. - Franklin D. Roosevelt.

     Hemos comenzado 2015 con las repugnantes palabras de alguien más repugnante aún: Luis de Guindos. El Ministro de Economía se despachó el primer día del año afirmando que los españoles han perdido el miedo a perder el trabajo, para sustentar el engañoso argumentario de los PPajarracos sobre recuperación y despegue. Pero... ¿qué coño sabe Luis de Guindos y sus comPPis sobre el Miedo...? Quizás la única razón por la que algunos hayan perdido el miedo a perder su trabajo es que ese trabajo es una mierda.
 
 
     Está claro que Luis de Guindos nunca ha tenido miedo al futuro, pues aunque poco se sabe de sus antecedentes familiares, habiéndose licenciado en CUNEF, una de dos, o es de una familia pudiente o es el pequeño Nicolás. Una vez salido de ese centro formador de chacales económicos y corruptos, todo vino rodado. Con 28 añitos ya era socio consejero de AB Asesores. Esto, junto a su fama de liberal y buen cristiano, bastó para que el muñeco diabólico y Rodrigo Rato se fijaran en él, nombrándole, en 1996, Director General de Política Económica y Defensa de la Competencia. A partir de aquí, pasó por varios cargos hasta 2002, año en que fue nombrado Secretario de Estado de Economía. En noviembre de 2003, en el ejercicio de su cargo, declaró: «No hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de precios al alza que se va a ir moderando con más viviendas en alquiler y más transparencia en los procedimientos de urbanismo». Sólo por esto debería haber sido inhabilitado.
 
     Una vez expulsado el PP del gobierno, para Guindos llegaron las puertas giratorias y sus relaciones desde sus cargos le llevaron hasta Lehman Brothers como miembro de su consejo asesor en Europa, hasta 2006, cuando le nombraron Director del banco de inversión americano para España y Portugal hasta la quiebra en 2008, que desencadenó la crisis financiera que todavía sufrimos. Luego, hasta que llegó a ministro en 2011, compaginó varios trabajos. Fue nombrado responsable de la división financiera de Pricewaterhouse Coopers, a la vez que era miembro del Consejo de Administración del Banco Mare Nostrum, consejero de ENDESA, consejero de Unedisa (Editora de El Mundo) y colaborador con sueldo de la FAES del innombrable.
 
     Todos los cargos mencionados han reportado al infame ministro de economía cientos de miles de euros que le han permitido comprar un ático en La Moraleja, tener casa en Marbella, costear a sus hijos estudios en centros de altísimo standing y atesorar a buen seguro abultadas cuentas bancarias y activos financieros, circunstancias que quizás le permitan hacer declaraciones tan frívolas con respecto a la situación de los trabajadores españoles.
 
     Para la desgracia de este país este personaje es nuestro ministro de economía. Una alimaña para el pueblo, un gran hombre para los "especuladores mercados". Uno de los responsables de la burbuja inmobiliaria y de los recortes que han llevado a España a la miseria. Pero estoy seguro que él también tiene miedos. Miedo al ostracismo que le traerá la derrota de los PPajarracos este 2015. ¡Ya queda menos!