domingo, 10 de enero de 2016

Del IVA de los chuches a las Cabalgatas de Reyes

     Los adultos son simplemente niños obsoletos - Theodor Seuss Geisel

     Superado el periodo navideño, arrancamos 2016 con el ridículo baile de Rajoy, un acuerdo para gobernar en Cataluña y la resaca de las Cabalgatas de Reyes. ¡Qué escandalazo! Algunos Reyes magos sin pene, otros vestidos con túnicas propias de Agatha Ruiz de la Prada y bandas que tocan villancicos a ritmo de batucada. Mucha crítica rancia de rancios PPolíticos y PPeriodistas, que solo se acuerdan de la infancia cuando ellos no gobiernan. Aún resuenan en nuestras cabezas lo de "ZP va a subir el IVA a ese niño, el IVA de los chuchesss..." y luego el propio Rajoy resubió ese IVA junto con el resto, incluido el de los productos de primera necesidad o los medicamentos.


     Los de la secta de la gaviota han ignorado y ofendido duramente a los niños y a los padres. Ignacio González, el del ático, menospreciaba la desnutrición de algunos niños argumentando que el problema era la obesidad infantil. Ana Mato, la del confeti, insultaba a los niños andaluces llamándolos cuasi salvajes. Montoro, el de la amnistía fiscal y el IVA, despreciaba los informes de la nada sospechosa Cáritas cuando esta ONG denunciaba el disparatado incremento de la pobreza infantil. Los PPajarracos en general, los de el saqueo y la corrupción endémica, se han negado verano tras verano a mantener abiertos los comedores escolares.

     Con este currículum, resulta cuanto menos curioso ver como de nuevo y desde la oposición, los peperos vuelven a acordarse de los niños con algo tan trivial como las cabalgatas para criticar a las nuevas corporaciones locales. En #CasaPP les gusta gastar 4.200 € para que las ocas de Miguelín se paseen por la Castellana, otro pico en alquilar lujosos ropajes para vestir a S.S.M.M. y un poquito más para pintar la cara del Gallardón de turno como si en España no hubiera negros. Y es que en el PP lo dan todo por los niños, sobre todo desde la oposición y siempre y cuando no pidan becas de comedor.

     Que se sepa, solo la hija de Cayetana Álvarez de Toledo se fijó en que el traje de Gaspar era falso. Comprensible, ellas proceden de marqueses y están más acostumbradas a las regias capas de armiño.

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