domingo, 13 de marzo de 2016

Y de nuevo la miserable Europa

     Emigrar es la esencia del darwinismo: la búsqueda de la supervivencia, aún por encima de tus arraigos - Alca Codutti

     Varios han sido los desatinos que en los últimos años nos han llevado a avergonzarnos de nuestra condición de europeos, pero sin duda la actual gestión de la crisis de refugiados, nos devuelve a las peores imágenes de nuestra historia reciente: el sitio de Sarajevo o el éxodo de los albano kosovares en la guerra de Kosovo. En ambos casos la vergonzante inacción de nuestros gobiernos, dejó en evidencia que la UE sólo se moviliza si hay beneficios económicos, si no, se mira hacia otro lado. 


      En la actual crisis de refugiados, lejos de la inacción durante los conflictos balcanicos, los gobiernos de la UE, entre ellos el nuestro, han decidido actuar y de qué manera. La UE alcanzó un pacto con Turquía, país que como todos sabemos es sinónimo de democracia, libertad y derechos humanos. Según el pacto, el país otomano recibirá seis mil millones y verá como se aceleran los trámites para su ingreso en la UE, a cambio de recibir todos los refugiados que Europa sea capaz de expulsar de forma masiva y evitar que estos deportados, así como los miles que permanecen en tierras turcas, crucen hacia la UE. Por supuesto las autoridades turcas están encantadas. Lo que da grima es ver lo contentos que están nuestros gobernantes, que ratificarán el acuerdo los próximos días 17 y 18 de marzo. Para ir preparando estas expulsiones masivas, las fronteras de los países que están en las rutas por las que avanzan los refugiados se han cerrado, dejando atascados a miles de almas sin poder avanzar, en mitad del invierno europeo, sin alimentos ni techo donde cobijarse, en medio de barrizales donde el hambre y el frio comienzan a cobrarse las primeras víctimas entre los niños y los ancianos. El acuerdo con los turcos, así como las imágenes que nos está dejando esta crisis humanitaria, han merecido gruesos calificativos de la ONU, que además duda de la legalidad de las expulsiones masivas. Pero claro, acostumbrados como estamos a que ni el tato haga caso a la ONU, nadie se extraña de que la UE también ignore al organismo y a su ACNUR.

     Pero, ¿qué pasa en la España en funciones...?

     Pues bien, el gobierno en funciones, lleno de católicos practicantes piadosísimos, que preparan con ilusión su semana de pasión tras cumplir como manda la Iglesia con la cuaresma, no se ha negado al acuerdo. La mayor preocupación del más católico entre los católicos, Fernández Díaz, es que los refugiados busquen otra ruta a través de Argelia y Marruecos, con el coste que eso nos supondría en concertinas y pelotas de goma. Rajoy se niega a someterse al parlamento que pide unánimemente el rechazo del pacto y busca la complicidad del PSOE, para no utilizar "esto" en la lucha partidista. 

     Supongo que en su cerebro unineuronal, para Rajoy un refugiado es un refugiado muy y mucho refugiado y para Fernández Díaz musulmanes infieles que algo habrán hecho. ¿Qué tendrán que decir a esto el ángel Marcelo y la Virgen del Amor...? ¡Qué vergüenza!

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