domingo, 26 de junio de 2016

AtraPPados por el voto servil

     Para la prensa, como para el hombre, la libertad solo ofrece una posibilidad de ser mejor, el servilismo no es más que la certidumbre de ser peor - Albert Camus

     Hoy probablemente, al igual que el 20D, el más que corruPPto PP ganará las elecciones y sus líderes podrán irse a la cama sabedores de que su campaña del miedo ha surtido efecto. Al margen de un par de millones de votantes de clase alta y media alta, habrá otros 5 millones de votos al PP de ancianos, españoles del mundo rural y patéticos trabajadores a los que el cacique del pueblo invitó algún día a una caña y ya se creen en el grupo de los elegidos.


     Con la segunda victoria de la mafia pepera en seis meses, los votantes progresistas, comunistas, liberales modernos, nacionalistas clásicos e independentistas, estamos atrapados por 5 millones de votantes serviles. Votantes asiduos a verbenas de chunda chunda, lectores del Marca o el Hola y ocasionalmente del periódico local porque en la página 3 sale su hijo Jonathan o su sobrina Sheila. Intelectuales del Código Da Vinci o Cincuenta sombras de Grey, pero a los que les cuesta explicar quien era Lorca o decir alguna obra de Camilo José Cela. Gente que asume que para ser Presidente hay que ser como Rajoy, alguien con experiencia que les ayude a mantener su sueldo de 700 € para poder seguir disfrutando de su semanita en Gandía, en un apartamento de cinco donde dormirán ocho. Estos 5 millones de votos son tan legítimos como el mío, pero hacen mucho daño. En su ignorancia, estos votantes desconocen que si no votaran PP, quizás su sueldo de 700 € crecería y lo mismo podrían pasar más días de vacaciones, pues es posible que el especulador que les alquila el piso bajara los precios. Seguro que perderían la caña a la que les invitó D. José, pero a cambio, este cacique estaría en prisión y habría un ladrón menos en la calle. Sheila, ya no tendría que limpiar la mierda de la esposa de D. José a 3 € la hora y quizás encontrara un trabajo digno cotizando y todo. Por último el Jonathan, al que tanto le costó sacar el título de enfermería, podría plantearse volver a un hospital público y abandonar por fin el hostil Londres. Aquí solo le ofrecían trabajo de camarero y hace ya tres años tuvo que emigrar, a pesar de las lágrimas de su madre y su abuela. Mucha incertidumbre, lo sé, pero para ganar hay que arriesgar y el futuro lo ganan los valientes.

     Todos, absolutamente todos los que rechazamos al PP, somos víctimas de la poca cultura política de una parte del país, donde se cree que ciertos apellidos compuestos o precedidos de un "de", han de prevalecer sobre los vulgares Pérez o García. En nuestras manos está cambiar esto de cara a elecciones venideras. Debemos de ser didácticos en nuestras calles, en la tienda del barrio o en la oficina, porque política, en mayor o menor medida, hacemos todos y quien diga lo contrario, miente como Rajoy.

2 comentarios:

  1. Estupendo post. Yo creo que igual que los menores de 18 no pueden votar, tampoco deberían votar los mayores de 75, asi estos asquerosos sacaban dos o tres millones menos de votos.
    Un abrazo.S.

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  2. No se si eso sería muy correcto,pero desde luego podría ser una posibilidad, de la misma manera que estan exentos de ser miembros de una mesa electoral.
    Saludos y ánimo.

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