domingo, 29 de octubre de 2017

Y tras la bandera... ¡Mucha mugre!

     Patrias de nailon. No me gustan los himnos ni las banderas. - Mario Benedetti.

     Seguimos inmersos en el run run del tema catalán y al margen de la DUI o el 155, la calle, se ha convertido en una pasarela de banderas. De un lado los independentistas con señeras y esteladas y del otro, los de siempre, ataviados con roji-gualdas, señeras, banderas europeas y todas las banderas de las comunidades autónomas. ¿Pero que esconden los dirigentes tras la bandera...? En el caso de los líderes catalanes está claro: IN-CA-PA-CI-DAD. Incapacidad para cumplir con la independencia prometida, dado que no se dan las condiciones ni sociales, ni legales para tomar semejante decisión y hasta tal punto llega esta incapacidad, que el viernes, el Parlament, declaró la DUI según unos, pero en realidad no declaró nada según otros muchos. http://www.publico.es/politica/realmente-aprobo-parlament-viernes-independencia-catalunya.html Difícil digerir para la gente normal.


     En el caso de los del ¡viva España!, ya nos tienen acostumbrados a robar los símbolos en beneficio propio. En esta ocasión, la roji-gualda, está siendo utilizada por los de siempre para tapar toda esa mugre que les inhabilita para seguir gobernando, pero que tras la bandera se disimula. Por ejemplo, tras la bandera de España, el partido más corruPPto de la historia de Europa, esconde las conclusiones de la Fiscal del caso Gürtel, que ve "plena y abrumadoramente acreditada la existencia de una caja B en el PP". Otro ejemplo de mierda tapada con la bandera es la EPA y es que Fátima Báñez necesita varios centenares de banderas para ocultar que nos ha convertido en un país de camareros y empleados de hotel y un puñado más, para tapar que somos el país más precario y con mayor temporalidad de Europa. También Zoído necesita banderas, en este caso para utilizarlas como bayetas y poder limpiar la sangre de los casi mil catalanes víctimas de la brutal actuación de su comando Piolín el 1 de octubre. Un buen puñado de banderas necesitará el ministro Catalá para disimular su burda maniPPulación de jueces y fiscales para salvar a los suyos de los procesos por corruPPción o encarcelar a los Jordis por un, parece que inexistente, delito de sedición. 

     Pero quizás el que necesite la bandera más grande sea Rajoy y con ella ocultar su inoperancia, su torpeza o su falta de capacidad política ante la crisis catalana. El jefe de los PPajarracos, es co-responsable junto con Puigdemont de la mayor crisis política que ha vivido el país desde la muerte del canalla en el 75. La habitual y deplorable estrategia del bobo dejando pudrir los problemas, nos ha llevado al choque de trenes a pesar de las voces que le habían advertido. Rajoy ha actuado como un mediocre traumatólogo que menosprecia la dolencia de un paciente y deja que se le engangrene un miembro, como un mal arquitecto que escatima materiales y se le cae el edificio o como un mal padre que sistemáticamente maltrata a uno de sus hijos. Sin duda algún día Rajoy tendrá que explicar su piromanía con Cataluña, entre otras muchas cosas.

     Nunca me gustaron las banderas ni los himnos como a Benedetti, pero en un país como España, esos símbolos me gustan aún menos, por la utilización torticera que algunos han hecho y hacen ellos.

domingo, 15 de octubre de 2017

Patriotas a tiempo parcial

     Que tiempos serán los que vivimos, que hay que defender lo obvio. - Bertolt Brecht.


     A consecuencia de la crisis entre Cataluña y España, hemos asistido a una insufrible exhibición de banderas. Esteladas, señeras, la ridícula bandera del corazón de los de Rivera, banderas de España y hasta el banderín de los tercios de Flandes, han ocupado calles, improvisados mástiles y edificios de nuestro peculiar país. Un orgullo para unos, una vergüenza para la mayoría y un gran negocio para los bazares chinos, para dar color a manifestaciones de PPatriotas a tiempo parcial y violentos ultra derechistas. De nuevo los símbolos del estado, secuestrados por la rancia derecha española, para dar respuesta a un problema, que salvo por la fuerza o con el 155, no saben como resolver.


     Los entusiastas manifestantes de Madrid y Barcelona, son esa "mayoría" silenciosa a la que siempre apelan Rajoy y sus PPajarracos cuando vienen mal dadas. Simpatizantes y votantes que no pierden la oportunidad de un autobús gratis, para pasar un día en la gran ciudad y de paso desPPotricar contra abortistas, gays o ahora catalanes, pero ¿donde estaban cuándo recortaban en educación y sanidad, cuándo nuestro gobierno y la secta que lo respalda saqueaban el dinero público o cuándo miles de familias eran desahuciadas por banqueros de dudosa honorabilidad? Parece que esta gente solo defiende la patria 2 ó 3 días por semana y el resto del tiempo, andan más preocupados de su equipo de fútbol, de que el fontanero no les cobre el IVA o de si alguna participante en Gran Hermano se ha operado la nariz. Miles de PPaletos manipulados por los que les regalan las banderitas, los del partido, otros patriotas a medias a los que la independencia de CAT, les puede reducir sus dividendos en el IBEX o joder los fines de semana en Baqueira.

     El espectáculo dado entre los que se quieren ir y los del "Una, Grande y Libre" abochorna y devuelve a España al mito del país de pandereta. Nada parece atisbar que el diálogo esté cerca, pero haciendo mías las palabras de la periodista Gemma Nierga tras el asesinato de Ernest Lluch, insisto: "Ustedes que pueden, dialoquen por favor".

     

domingo, 1 de octubre de 2017

Y con el 1-O llegó la vergüenza

     La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada. - Salvador Allende.


     En efecto con el 1-O ha llegado la vergüenza. Vergüenza de los jueces, vergüenza de la policía y la Guardia Civil, vergüenza de un referéndum como poco raro y vergüenza de un Gobierno incapaz de afrontar con política los problemas políticos, comandado por un "líder", también raro, que será perseguido siempre por las sospechas de corrupción que se ciernen sobre él. En definitiva, vergüenza de España, ese país con algunos españoles, muy y mucho esPPañoles, que no han sabido o más bien no han querido aceptar que nuestro estado necesita afrontar su reforma profunda.



     Rajoy y sus hordas de salvajes ultras ya han roto España, eso que tanto querían evitar. Nuestro por desgracia Presidente, es un político anti-política, un demócrata anti-democracia. Se les llena la boca a él y a su chusma de estado de derecho, aún no teniendo ni puta idea ni de lo que hoy es nuestro estado, ni de lo que son los derechos. Siempre tan preocupados por la imagen de España y hoy la han destrozado lanzando a unos salvajes uniformados contra la gente que sólo quería votar. Cargas policiales, porrazos y pelotas de goma contra claveles, papeletas y mucha paciencia. Rajoy cierra webs como los chinos, reprime al pueblo como los turcos y oprime la democracia como los saudíes. Las vergonzantes imágenes de lo acontecido hoy en Cataluña dan la vuelta al mundo, entre el estupor y la incredulidad de cientos de millones de personas. 

     La España de hoy, sonroja y avergüenza y por eso hoy más que nunca debemos exigir la dimisión por incapaces, del cobarde y todo su Gobierno de inútiles.